Beber es divertido (¡con moderación!) -nadie puede negarlo. Pero beber alcohol antes y después de tatuarse puede tener efectos secundarios indeseables. La mayoría de los tatuadores (de buena reputación) no te tatuarán si te presentas borracho a tu cita, y mucho menos si vas a un salón de tatuajes sin cita previa. Los tatuajes duran toda la vida y, como ya sabrás, ¡no puedes tomar decisiones importantes si estás borracho!
Pero veamos detalladamente por qué no se debe beber alcohol antes y después de hacerse un tatuaje.
¿Puedes beber alcohol antes de tatuarte?
La respuesta simple es no, no deberías. Beber antes de hacerse un tatuaje produce varios efectos indeseables en tu cuerpo y en tu mente que desearás evitar. Con el consumo de alcohol la sangre se diluye y, por lo tanto, es mucho más difícil que la tinta penetre en la piel (y eso es algo necesario a la hora de tatuar). Además, la capacidad de curación del cuerpo se ve disminuida y tu mentalidad no será la adecuada. Es muy probable que tu tatuador te rechace desde el principio.
No consumir alcohol 24 horas antes de tatuarse
Hay razones de peso por las que no debes beber alcohol antes de tu cita para tatuarte. El alcohol diluye la sangre y reduce tu capacidad para tomar decisiones y, debido a que el cuerpo metaboliza lentamente el alcohol, lleva tiempo eliminarlo y absorberlo. Por lo tanto, no deberías beber alcohol o tomar drogas y deberías evitar los anticoagulantes durante al menos 24 horas antes de hacerte un tatuaje.
Por supuesto, es incluso mejor si además cuidas tu dieta y llevas un estilo de vida saludable unos días antes de hacértelo. Un cuerpo y una mente descansados te ayudarán a tolerar el dolor durante la sesión de tatuaje y permitirán que la herida cicatrice mejor. Así el resultado y la experiencia serán lo más satisfactorios posible.
El alcohol reduce tu capacidad para tomar decisiones
Despues de beber, tu capacidad para decidir si el diseño que el tatuador ha creado para ti es realmente lo que quieres bastante dudosa. Un tatuaje es siempre un proyecto conjunto que emprendes con el artista. Tu piel es su lienzo y, naturalmente, el artista quiere que estés contento con el resultado. Si te presentas borracho a la cita, tu capacidad para tomar decisiones se verá disminuida y existe el riesgo de que no te guste el diseño una vez sobrio y con resaca. Solo por razones de responsabilidad, la mayoría de los tatuadores rechazan a los clientes borrachos. Al fin y al cabo, el tatuador es responsable de ti y de tu tatuaje.
El alcohol diluye la sangre
No debes beber alcohol durante al menos 24 horas antes de la cita, pues el alcohol diluye la sangre. Esto también se aplica a todas las demás sustancias que diluyen la sangre, como drogas o medicamentos (por ejemplo, la aspirina). Evidentemente, medio vaso de vino o una cerveza la noche anterior no diluirán tanto tu sangre como para hacer que el tatuaje sea imposible de hacer. Pero para obtener el mejor resultado y disfrutar de la experiencia, debes evitar consumirlo 24 horas antes de la cita; no es tan difícil, ¿verdad?
Si tu sangre se diluye, el tatuador tendrá problemas para que la tinta del tatuaje penetre en la piel y, aunque continúe tatuándote, es posible que el resultado no sea lo que tú y tu tatuador imaginasteis. La sangre diluida desteñirá la tinta y el tatuador tendrá que pasar por la misma zona una y otra vez, provocando irritación y dolor en la piel. El resultado será un tatuaje menos bonito y descolorido.
Por cierto, no hay ningún problema en fumar cigarrillos o tomar ibuprofeno antes de tatuarse, estas sustancias no alteran la sangre.
Cuando estás borracho no controlas tan bien lo que haces
Una bebida para calmar los nervios. ¿Y otra para perder el miedo? Eso solo puede salir mal porque cuando estás borracho ya no tienes el mismo control que cuando estás sobrio. Imagina que estás animado por el alcohol y mientras tu tatuador está a punto de tatuar una bonita línea recta, de repente te alejas o te mueves. La línea no ha quedado recta, nunca será recta. Además, el alcohol es un diurético, lo que significa que tendrás que ir al baño una y otra vez o estarás inquieto. Y esto a los tatuadores no les gusta nada.
Alcohol el día antes de tatuarse
Si bebes alcohol la noche anterior a hacerte el tatuaje, lo más probable es que tengas resaca a la mañana siguiente (aunque sea leve). Y todos sabemos que cuando se tiene resaca, de lo último que se tienen ganas es de hacer esfuerzos o sentir dolor. Tu tolerancia al dolor se ve disminuida y un tatuaje ciertamente no es más fácil de soportar con un dolor de cabeza que no para de aumentar. Lo ideal es encontrarse perfectamente cuando te hagan un tatuaje porque así podrás tolerar mejor el dolor y tu tatuador podrá trabajar en tu piel más fácilmente.
¿Puedes beber alcohol después de hacerte un tatuaje?
Beber después de haberse hecho un tatuaje tampoco es una buena opción. Está bien tomarse una cerveza o medio vaso de vino con la cena después del tatuaje, pero eso es todo. Porque inmediatamente después de la cita debes crear las circunstancias idóneas en tu cuerpo para que el tatuaje pueda cicatrizar perfectamente. Demasiado alcohol debilita el sistema inmunológico y tu cuerpo necesitará cada reserva y poder curativo para tu nuevo tatuaje. Todas las micro lesiones en la piel deben curarse lo mejor posible para lograr un resultado bonito.
Durante la fase de curación, es mejor evitar salir de fiesta. Podrás volver a salir de fiesta en poco tiempo y será incluso mejor que antes pues tendrás un tatuaje nuevo bien curado.
Para obtener más información sobre la curación de tatuajes, consulta nuestro artículo en Advice Hub ”El proceso de curación de un tatuaje”.